El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, junto al subsecretario de Seguridad Pública, Rafael Collado, y al General Director de Carabineros, Marcelo Araya, suscribieron el convenio correspondiente al año 2025 del Plan Nacional contra el Crimen Organizado, que contempla una inversión de $46.171 millones destinados a fortalecer las capacidades operativas y de investigación de la institución para contribuir a la prevención, control y persecución del crimen organizado.
El ministro Cordero explicó que desde que asumió esta administración, «las instituciones de seguridad se han visto fortalecidas desde el punto de vista especialmente del equipamiento y la tecnología, entre otras cosas por los nuevos fenómenos que enfrenta, concreta y específicamente en materia de crimen organizado transnacional«.
En ese contexto, relevó la importancia de la inversión tecnológica como factor clave en la lucha contra el crimen organizado. «La experiencia indica, como lo han desarrollado en otros países, que los factores de cooperación institucional son claves, la inversión en tecnología es esencial. Buena parte de ella es la que ha permitido el Plan Nacional contra el Crimen Organizado, en el caso de Carabineros de Chile, con más de 146.000 millones de pesos destinados con ese fin«, señaló.






Del total de recursos comprometidos este año, más de $35 mil millones están destinados a continuar con el plan de renovación del parque vehicular de Carabineros con vida útil vencida, que significa adquirir 1.054 nuevos vehículos por año. Al respecto, recordó que «cuando asumió esta administración, el 55% del parque vehicular de Carabineros ya había cumplido su vida útil y casi un tercio no estaba en condiciones de operar. Por eso, buena parte de las estrategias han estado apuntadas a renovar y reponer el parque vehicular de Carabineros«.
Sobre la relevancia estratégica de esta inversión, el ministro Cordero enfatizó que «disponer del recambio de vehículos y de la actualización de los mismos no sólo implica generar condiciones adecuadas para el desempeño por parte de nuestras policías, sino que esencialmente permite intensificar uno de los elementos centrales de la estrategia policial que son los patrullajes y la intervención y la presencia en las calles. Un factor determinante desde el punto de vista de la prevención y clave desde el punto de vista de la persecución«.